El cuidador señaló que entre las personas que empezaron a armar sus casillas “hay personas que tienen 7, 8 hijos y viven todos juntos y apretados. Ellos quieren vivir mejor, tener un espacio para ellos y dejarles algo en el futuro para sus hijos”.
“Hace diez años que estoy acá y nunca tuve ayuda de nadie, ni de la Provincia ni de la Municipalidad. Cuando necesitan hacer un evento sólo me piden que les preste el lugar. Cuando se alquilaba era para arreglar la cancha. Los que vinieron hoy son pibes jóvenes que venían a jugar a acá”.
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